La relación cliente-empresa ha mutado. Ya no se trata solo de ofrecer precios competitivos o experiencias memorables. En un mercado hi...

Valores del personal de una empresa influyen en clientes
Actualización 2025
“No se trata sólo de lo que vendes, sino de quién eres cuando lo haces.”
Capítulo: La ética como ventaja competitiva
#EmpresasConPropósito #Tendencias2025 #ÉticaCorporativa
En 2025, la ética ya no es una nota al pie en la estrategia corporativa: es el encabezado. En una economía moldeada por la hiperconectividad, el cambio climático, las guerras culturales y la desigualdad persistente, los consumidores del mundo han cruzado un umbral emocional. Ya no compran productos; compran convicciones. Y detrás de cada etiqueta, buscan el rostro, la coherencia y el valor humano del equipo que representa la marca.
La empresa como espejo emocional
La relación cliente-empresa ha mutado. Ya no se trata solo de ofrecer precios competitivos o experiencias memorables. En un mercado hipersaturado, los valores internos —los que viven en el día a día del personal, los pasillos de las oficinas y los turnos de producción— se han convertido en el nuevo diferencial.
Según Accenture, que recientemente actualizó su estudio Del individualismo a la colectividad: el auge de la marca con propósito, un 65% de los consumidores globales en 2025 afirman que los valores, acciones y actitudes del personal y líderes de una empresa influyen directamente en su decisión de compra. Es un fenómeno que coloca al recurso humano no sólo como fuerza productiva, sino como embajador moral de la marca.
Empoderamiento social y tecnología como catalizadores
El avance de la inteligencia artificial, los foros descentralizados y la transparencia radical que permiten las nuevas plataformas de blockchain reputacional han empoderado al consumidor más allá de lo imaginable hace una década. Hoy, un comentario de un empleado en LinkedIn o una declaración en redes puede catapultar o hundir una marca en cuestión de horas.
“Háblame de las sensaciones, de los sentimientos, de las historias que tu marca puede llegar a crear. Y muéstramelo con acciones reales”, exige Vanesa Robles, CMO de Banco Sabadell. Su frase condensa el nuevo paradigma: las marcas deben tener alma, y esa alma vive en su gente.
De la promesa a la práctica
Casos como el de ALIS, la empresa regiomontana reconocida por su módulo de captura de carbono adaptable, son prueba de que innovación y ética pueden coexistir. En 2025, esta firma ha logrado escalar su solución a complejos turísticos y sistemas escolares, contribuyendo de forma concreta a la lucha ambiental desde una lógica de proximidad y compromiso.
Otra firma destacada es IKEA, que amplió en 2024 su programa de empleabilidad para refugiados a más de 27 países, incluyendo regiones de África Subsahariana y Asia Central. Más allá del titular, el verdadero impacto está en los testimonios del personal: mujeres que lideran microempresas textiles dentro de la red de IKEA, niños que vuelven a escuelas financiadas con los ingresos generados.
El liderazgo como narrativa de marca
Lo que el cliente de 2025 exige es coherencia emocional y estratégica. Las declaraciones de valores ya no bastan si no son validadas por los comportamientos visibles de los empleados. Y es que el ciudadano global, al elegir entre dos productos similares, buscará aquel cuyo empaque también envuelva integridad, empatía y sentido de justicia.
La encuesta de Accenture revela que el 47% de los consumidores se distancia activamente de marcas que percibe como incoherentes o decepcionantes, mientras que un 18% afirma no volver jamás a confiar en ellas. Las cifras no mienten: la confianza es un activo frágil y, en esta era, profundamente humano.
Tres claves para una marca con propósito
- Sé humano. No como una consigna de marketing, sino como una práctica diaria. Escucha, conecta y responde con autenticidad.
- Sé claro y auténtico. Las máscaras corporativas caen ante consumidores entrenados en detectar incongruencias. La autenticidad se premia con lealtad.
- Sé creativo. La innovación debe ser funcional, sí, pero también emocional. El crowdsourcing, la economía circular y los modelos abiertos son aliados éticos.
Conclusión
Los valores del personal ya no son un tema de cultura interna o clima organizacional. Son la nueva estrategia de mercado. En 2025, una marca se construye desde adentro, desde las convicciones diarias de quienes la hacen posible. Y quienes no lo entiendan, simplemente, quedarán fuera del futuro.